En Bolivia, como en muchos países de América Latina, pocos ciudadanos conocen los costos y fuentes de financiación de la dotación y/o mejoramiento de servicios básicos, implementación de parques, equipamientos, pavimento y asfalto de las calles, entre otros elementos del espacio público. En contraposición, la población general sí está al tanto de que el suelo es un bien distinto a otros bienes de consumo corriente al experimentar constantemente incremento de precios; así, la actividad de comprar un terreno, esperar su apreciación y luego venderlo, se ha convertido en una opción de ganancia prácticamente asegurada para los propietarios de inmuebles. En este capítulo presentamos una propuesta vinculada a la generación de recursos para la financiación urbana compartida a través de la formalización de un mecanismo local de plusvalías en el área metropolitana de Cochabamba.